La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave de oro;
y en un vaso olvidado se desmaya una flor.
Rubén Darío.
Estoy cansada, desvastada, agotada. Me he hecho mayor, he envejecido. Estoy pálida y ojerosa. He perdido el brillo en la mirada. Ya no sé fingir que el mundo es maravilloso, ya no sé cómo llenar la habitación con mis risas. Ya no puedo seguir guardando dentro, en secreto, todo aquello que siento. Años; son muchos años ya sola en esto, sin nadie con quien compartir mi infierno.
Sólo alguien que pasa por esto puede entender la agonía. Por eso me he atrevido a crear este blog, porque duele tanto estar sola que ya no aguanto más.
Sólo alguien que pasa por esto puede entender la agonía. Por eso me he atrevido a crear este blog, porque duele tanto estar sola que ya no aguanto más.
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gracias por pasarte por mi blog!! yo te agrego al mio.
besos
Son muchas las princesas que hablo y muchas las que conozco y presiento que tu eres especial, me han gustado tus comentarios, en los cuales me has deseado todo lo mejor y me has dicho palabras muy bonitas, incluso me has aconsejado, gracias, cualquier consejo tuyo sera escuchado.
Es verdad no se nada de ti, pero si se que la que es toda una reina eres tu.
mil besos
Con paso ligero, alta y esbelta, sus huesos resaltados en su piel intentan hacer historia.
La veo venir…
Intento hacer reverencia, obligando a mis rodillas ceder.
La veo venir…
Y aunque parece un ritual de suicidio, su sola presencia me hace sentir que puedo con un día más…
La veo venir…
Con zapatillas altas de Chanel, impetuosa, elegante, fría, me hace recordar…
La veo venir…
El peso de mi cuerpo cede, mi mente se ha cansado. Mis ojos están irritados, y mi corazón late muy fuerte, las lagrimas se me salen, no sé si del dolor causado por las contracciones estomacales o por el desprecio a mi amor, doblo mis rodillas, introduzco un poco de consuelo en mi boca, y muy pronto todo ese dolor sale, me siento bella, me siento especial, me siento como ella y ya no la veo venir, ahora la siento dentro de mí, y me consuela.
Lo que nadie logra hacer por mí, ella lo hace, me consuela, me arrulla en sus brazos, y me alivia el dolor, me consiente, no me castiga, me premia y me ayuda a ser como ella, como de revista, especial y bella.
Y aunque parece que con ella muero, prefiero morir así y no vivir sin ella…(MIA)